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Nicolas Garcia conocido como "Miguel UV"

11 Febrero 2009 , Escrito por el salvador

NICOLAS GARCIA (MIGUEL UV)

¿Pero quién es este hombre, Estoy seguro de que fuera de la zona en cuestión muy pocos lo saben. Y también estoy seguro de que igual lo ignoran los más jóvenes y nuevos o repentinos militantes del FMLN. Voy a contar a grandes rasgos quién es Nicolás García.


Allá por 1977, un serio y callado muchacho campesino comenzó a ausentarse frecuentemente de su cantón de origen, y nadie sabía a ciencia cierta dónde iba y lo que hacía, aunque más de alguno lo sospechara por el hecho de que la Guardia Nacional le siguiera los pasos. Un día, pocos años después, desapareció del todo y voluntariamente enterró en el olvido su propio nombre. Por ese mismo tiempo apareció en las montañas el comandante Miguel Uvé, en cuyo seudónimo se cifraba su condición de fundador de las legendarias Unidades de Vanguardia de la guerrilla.


Miguel Uvé fue jefe de escuadra, de pelotón, destacamento, batallón y frente. Su nombre está asociado para siempre a la integridad requerida en el terreno y en el mando operativo de las grandes batallas libradas por el FMLN especialmente en San Vicente y Chalatenango. ¿Quién que estuvo ahí no conoce el temple de Miguel Uvé en medio de la balacera, el mortereo, el bombardeo y el tope?

No hay ex combatiente revolucionario salvadoreño, si lo fue de verdad, que mencione su nombre sin admiración y respeto. Ese nombre pesa en la historia y no hay manera de ocultarlo.


En 1992, terminada la guerra y entregado su fusil de jefe guerrillero de campo, Miguel Uvé se sumó a las voces que en la asamblea de las FPL celebrada en la iglesia de Las Vueltas, Chalatenango, exigieron que Salvador Sánchez Cerén renunciara por ética a aspirar a cualquier cargo de elección popular. Esa exigencia tenía por base la responsabilidad de ese señor en la matanza de combatientes y colaboradores civiles de las FPL en el frente paracentral.


Miguel Uvé regresó a su terruño de origen y se convirtió de nuevo en el campesino Nicolás Antonio García. Se integró al sector modernizador del FMLN, que exigía apertura, pluralismo y democracia interna. Recibió la misma respuesta que todos sus compañeros revolucionarios: la expulsión. El problema es que ningún veterano del FMLN puede aceptar que Nicolás García sea tildado de vendido y traidor. La historia no lo permite por más que Salvador Sánchez Cerén y sus amigos lo intenten. La verdad histórica es grande como una casa y la gritan las montañas donde el comandante Miguel Uvé se convirtió en leyenda en calidad de hijo y padre de sus propias proezas de combate.


Precisamente impulsado por los veteranos de lo que fue el frente paracentral (como los comandantes Goyo y Giovani, los capitanes guerrilleros Juan Patojo, Trine, Guayón artillero, Edwin Misilero y el teniente Pedro Café), 

el cuenta con el respeto de los suyos, quienes lo vieron allá donde en verdad asustan, esos que conocen la indigencia moral de quienes en vano intentan intimidarlo. Ahí en su tierra también hay más de mil asesinados y sus familiares exigiendo una respuesta a Salvador Sánchez Cerén. Ahí están, torturados y ejecutados por sus mismos jefes, los mejores guerrilleros del paracentral: Crucita, Chamba, Rogelio, Anacleto, Ramón, Lucas y Agustín la Liebre, entre otros tantos


Miguel Uvé, la muerte de los amigos  

Nicolás García, el comandante Miguel Uvé, es originario de San Vicente. Se incorporó a la guerrilla en 1974. Su pseudónimo Uvé deriva del hecho de haber sido uno de los fundadores de las Unidades de Vanguardia de las FPL. En el paracentral estuvo al mando del batallón "Andrés Torres" hasta 1983. Ese año fue enviado a Chalatenango, donde junto a otros otros comandantes también provenientes del paracentral, Goyo, Ramón Torres, Giovani y Walter, participó en la conducción de batallas que ahora son casi legendarias, como la del ataque a la Cuarta Brigada de Infantería.

Ya casi al final de la guerra, en abril de 1991, Miguel UV viajaba en un vehículo junto al comandante Antonio Cardenal (Jesús Rojas) y un grupo de combatientes, en una zona que consideraban segura en el norte de Chalatenango. Sin embargo, fueron sorprendidos por una emboscada montada por una unidad especial del ejército.

Jesús Rojas fue impactado mortalmente por una de las primeras ráfagas, a las que sucedió el ametrallamiento a mansalva y el lanzamiento de granadas de mano. La mayoría de guerrilleros caen abatidos, y solo quedan cuatro sobrevivientes heridos que tratan escapar arrastrándose y disparando sus armas. Uno de ellos es el comandante Miguel Uvé, que alcanza a parapetarse detrás de una piedra. Miguel intuía que Jesús Rojas, miembro de la máxima dirección de las FPL, estaba muerto, y le preocupaba que en su mochila cargaba no solo una gran cantidad de dinero sino, también, las claves de las comunicaciones e importantes documentos internos. En esa misma emboscada murieron varios guerrilleros del frente paracentral: Nando, Alirio, Manolón y otros más.

Muy cerca de ahí, a ambos lados de la calle, acampaban varias unidades guerrilleras que ya habrían reaccionado ante la balacera, y estarían por llegar al sitio. Miguel y sus compañeros decidieron entonces seguir disparando, con el objeto de proteger la mochila de Jesús Rojas mientras llegaban los refuerzos. La unidad del ejército también sabía de la cercanía de los otros guerrilleros, y tuvieron que abandonar la posición ante la resistencia de los heridos y la inminencia del contraataque guerrillero. 

Pero mucho antes de eso, en 1986, pocos meses después de la llegada de Mayo Sibrián al frente paracentral, Miguel comenzó a recibir correos de sus amigos y compañeros de aquel frente de guerra. Las noticias que le enviaban eran desconcertantes. Algunos de los jefes de destacamento del batallón que él había comandado años atrás, el "Andrés Torres", le contaban que la situación era grave, que sentían temor de morir a manos de sus mismos mandos, pues se había caído en una extraña situación de desconfianza generalizada.

Dos de esos jefes de destacamento, Chamba y Rogelio, le confiaron que temían que de un momento a otro se les acusara de traición injustamente, como a tantos otros compañeros a los que ya habían matado. El comandante Miguel Uvé se consternó por semejantes noticias, pues conocía a fondo a esos guerrilleros con quienes había combatido hombro a hombro durante varios años, y por cuya lealtad podía poner las manos al fuego. Muy poco tiempo después, Miguel recibió el informe de que, en efecto, Chamba y Rogelio habían sido ejecutados "por infiltrados". Al igual que Fermín, por los mismos días, tampoco Miguel Uvé imaginaba que la matanza del paracentral, apenas había comenzado.

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U
Tienen razón los que escriben esta nota, yo estuve bajo su mando y puedo hablar con alguna potestad fue un jefe muy humano muy solidario y jamas se le subieron los humos a pesar del cargo que ostentaba dentro de la organización. Desgraciadamente fue apartado por aquellos que ahora explotan la marca del FMLN
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A
UNO de mejores hijos de pueblo,y Muy buen alcalde, con Una gestion excelente.inolvidable,queridoby respect ado por toad su gente.nacido en las verdes praderas del volcan chinchontepec.valiente hombre que SE entreaties con la dirigencia del fmln,por defender y exigir justicia